El problema de no ser la fusión de dos corazones

Todo comenzo como rutina, día tras día la veía pasar. Noche tras noche la lograba pensar, así fue desde aquella vez donde en mi corazón lograste albergar.

Esa sensación de cansancio, desanimo, desaire, que en mi cuerpo a de pesar. Por despertar a la misma hora; tomar las mismas vías, he ir a trabajar.

Realizar las mismas secuencias, frecuentar los mismos sitios, variando un poco !a veces para intentarlo cambiar! Y a fin de todo lo realizado siento le falta alegría, vida o chispa a mi cotidianidad.

Visualizar multitud de ambientes, sentir la suave y fresca brisa en mis mejillas. Sin duda es una sensación fenomenal.

Fijar la mirada al horizonte sentir te expandes como el aire, es una sensación que me gusta mucho experimentar.

Por breves instantes o segundos siento mi mente levitar, apartando hacia un lado esta cápsula terrenal.

Me agrada estar en lo verde mi madre natural, recorrer tus cordilleras, aprender de tu fauna y de tu flora comprenderla mucho más.

Sentirme en la cima del mundo ver las nubes debajo de mi y ha lo lejos el extenso mar.

Todo esto que expreso me lo hace sentir tu presencia inocente, carismática, comprensiva, atenta, e inalcanzable fuerza vital. Es un pulsar en dos sentidos; afilada daga ancestral donde en un lado te quiero pero al lado contrario te puedo odiar.

Has invado mi vida y una habitación en mi corazón ocupas ya, pero tristeza es lo que siento por encontrar en tu corazón, una cerradura imposible de penetrar.

Solo soy una ilusión observada como en esfera de cristal, tratar el rumbo de mi destino es delicado pues en la esfera esta mi esencia y corazón ya; ambas conforman mi personalidad me tienes en tus manos no lo puedo negar.